Cómo conseguir que el trabajo híbrido sea efectivo

El 2020 trajo consigo un paso acelerado y masivo al teletrabajo, en gran parte del mundo, pero con el avance de la vacunación, poco a poco estamos volviendo a las oficinas. Sin embargo, es evidente que no volveremos al punto de partida y que el teletrabajo hay llegado para quedarse. Por eso, ahora uno de los modelos más comunes será el trabajo híbrido. 

Este modelo, en el que los empleados van unos días a la oficina y el resto trabajan en casa, está siendo implantado al menos en el 20% de las empresas, a nivel global, tras la pandemia y solo el 1% de los líderes de recursos humanos, según la consultora Gartner, espera que todos sus empleados regresen completamente a la oficina después de la pandemia.

Desde luego, se trata de una conquista de los derechos laborales, ya que ofrece a los empleados una mayor flexibilidad para administrar su tiempo y una mayor libertad para elegir el modo en el que quiere trabajar. Pero, para que esta situación no se revierta, es necesario conseguir que el trabajo híbrido sea efectivo y garantice los derechos de todos los empleados.

En Fed Finance, somos expertos en recursos humanos y, por eso, hoy en nuestro blog analizamos algunas estrategias para conseguir que el trabajo híbrido sea efectivo.

El reto, la inclusión y la equidad

La Universidad de Stanford realizó un estudio en 2015, en el que comparó los resultados de empleados que teletrabajaban con los que trabajaban de forma presencial, en una agencia de viajes en China. Entre los resultados que encontró, fue que los empleados que teletrabajaban eran más productivos, sin embargo, recibían menos ascensos que sus compañeros que estaban en la oficina de manera presencial.

También se evidenció que este modelo de trabajo podría suponer un freno para el avance en la reducción de la brecha de género en el mercado laboral, ya que las mujeres con estudios universitarios y niños a su cargo presentaron una mayor tendencia a elegir el modelo de teletrabajo al 100% que sus compañeros.

Estos son dos ejemplos de las consecuencias discriminatorias que pueden producirse al cambiar de modelo de teletrabajo, por eso es importante adoptar medidas para garantizar la inclusión y el trato en condiciones de equidad para todos los miembros de la empresa.

Entre las medidas aconsejables, están:

• Definir una estrategia muy clara y transparente de las vías de ascenso, dentro de la empresa, en la que se especifiquen bien cuáles son los requisitos y baremos para medir el trabajo de cada empleado y cómo se tomarán las decisiones de promoción.
• Establecer unas normas basadas en la equidad para definir quién puede acogerse al teletrabajo o al trabajo híbrido.
• Dar cursos de formación a los mandos medios y altos para enseñarles a identificar sesgos relacionados con el teletrabajo al seleccionar personal tanto para promoverle, como para integrarle en nuevos proyectos. Y es que, según una encuesta de Gartner, el 64 por ciento de los gerentes señaló que es más probable que otorgue a los trabajadores de oficina un aumento mayor que a los trabajadores remotos, ya que cree que los trabajadores de oficina tienen un mejor desempeño.
• Es importante realizar reuniones y dinámicas que incluyan a todo el equipo, tanto a quienes trabajan en la oficina, como quienes están en remoto. Y, si estas son remotas, se puede optar por conectarse cada uno desde su ordenador, aunque haya un grupo amplio que esté en la oficina, ya que cuando una parte de los miembros de una reunión están juntos de manera presencial y hay algunos conectados vía remota, estos últimos suelen integrarse con más dificultad.

Estos ejemplos que hemos analizado son algunos de los problemas que están surgiendo con el modelo de trabajo híbrido y sus posibles soluciones. Pero, la realidad es que es una forma de trabajar novedosa y aún estamos conociendo sus ventajas y desventajas y habrá que buscar soluciones poco a poco. Pero, lo que está claro es que es un modelo que garantiza una mayor libertad de elección a los empleados y que es posible hacerlo de manera positiva e integradora. 

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